Grandes aventureros y mejores investigadores como Pedro Marcelo, Julio Marco, Cristo Vízcaino, Blas Pérez y Javier Seco en las labores de coordinación, vienen realizando en silencio - no sin esfuerzo- la tediosa tarea de rememorar terribles palabras, apodos, nombretes, leyendas, tórridas situaciones, localizaciones dramáticas y reglas de dolorosos recuerdos.
Todos ellos llevan años guardando en algún lugar oculto de sus mentes estos asombrosos conocimientos que hoy empiezan a liberar de sus memorias con la esperanza de que no vuelvan a perjudicar el sueño de ningún Kinder-Narniano. Les animo pues a leer y a colaborar si sus mentes pueden, en ésta admirable tarea compilatoria del "Diccionario Anecdotario La Salle 84".
¡¡Chis Caga!!: En el juego de los boliches, expresión de júbilo que soltábamos
cuando conseguíamos darle al boliche del otro. Está clarísimo: Chis= Le dí Caga= Dame el Boliche.Jugando a los boliches se podía avanzar un palmo antes de tirar. Además, no se usaba en nuestro tiempo la forma de tirar con el pulgar que sale en la tele (foto derecha), sino que se tiraba con el dedo índice, con el boliche levantado del suelo.
El Gongo: En el mismo juego, el agüjerito que, en caso de meterlo, te permitía volver a tirar.... y donde el c***** de Videa conseguía meterla tirando con parábola.
Por cierto, que si topabas con algún maquinilla (entiéndase: Arteaga, Ojeda, Videa,...) y la cosa se estaba dando mal y veías menguar tu bolsa de boliches (!Qué bolsa me hizo mi madre de tela vaquera!) te las abrías sin muchas explicaciones (Yo contigo no juego más)... que tampoco era plan de tener que soltar los preciados "venezolanos".
Sanchesqui: (¿Se escribe así?): Marca de nuestroprimeros mopatines. Venían numerados (yo tenía uno del 5). Coño, ahora que lo pienso no sé si la numeración respondía al tamaño a los Kilos que pesaban.
Tres chutes y un centrado: Juego al que recurríamos cuando no había gente suficiente para echar el partidito. Equipos de dos jugadores y a "equipo fuera".
Normalmente se jugaba en las porterías grandes o en las estructuras metálicas donde hacíamos la gimnasia. Esto sí que se me daba bien, sobre todo si jugaba con Rafa Cubas.
Marro fuera: Resulta difícil explicar en qué consistía este juego....pero, Dios, que brutos éramos...
Pretecnología: La segunda asignatura preferida después de la gimnasia, ...y donde mi padre siempre sacaba sobresaliente (en una ocasión D. Pedro me mandó una felicitación expresa para él... También es verdad que como contrapartida me hizo realizar un trabajo sobre todos los Papas que se habían llamado "Marcelo"...y para mi sorpresa había unos cuantos.
Pepsicola: El juego en cuestión se jugaba en el recodo que había en la trasera de la cantina, en un espacio delimitado por el muro del jardin, la fachada y la puerta enrejada que daba a la Avenida de la salle y consistía en meter a cuantos más tíos mejor, con al menos dos o tres balones de fútbol y empezar a repartir balonazos a diestro y siniestro y evitar que te los dieran.... ¡Pero que brutos eramos! Y ahora salimos cagando leches pa´l hospitalito en cuanto el crio tiene gases.. Si es que...
"Nohverdá?": (traducido: ¿no es verdad?). Expresión utilizada con infinita frecuencia por D. Vicente... en otra ocasión alguien le preguntó en clase por qué, siendo la Tierra redonda, el agua del mar no se cae. Ni corto ni perezoso le respondió que era debido a la fuerza centrífuga del planeta al girar sobre su eje. ¡Es que los niños hacen unas preguntas...!
"Aposar": (Del lat. apausāre). Dicho de un ave u otro animal que vuela, o de un avión o un aparato astronáutico (por ejemplo, una abeja): Situarse en un lugar o sobre una cosa después de haber volado. U. t. c. prnl.
"Ojebto": (Del lat. oiebctus).1. m. Todo lo que puede ser materia de conocimiento o sensibilidad de parte del sujeto, incluso este mismo (por ejemplo, algo que se dibuja).2. m. Aquello que sirve de materia o asunto al ejercicio de las facultades mentales (por ejemplo, algo que se dibuja).
El Gallinero: Éste era el nombre por el se conocía al áula que estaba sobre el teatro... los que estuvimos allí lo recordamos como uno de los años más disparatados de nuestra EGB. Que nos tocara esa clase era como un premio para nosotros... y un suplicio para los profes.
Pírdula: Palabra mágica que, una vez pronunciada en mitad de un juego, hacía que el mismo se detuviese, de forma que el que la había pronunciado no podía ser cogido. Equivalente al "pause" de la Playstation. No recuerdo bien, pero creo que solo podía utilizarse cuando no se habían avisado las 7 reglas y el escape.
"Pírdula no juego": Igual que la anterior, pero hacía que el juego se detuviese definitivamente. Normalmente la utilizaba un participante que iba a perder o que se había mosqueado por otro motivo. Equivalente al "quit" de la Playstation. Podía utilizarse incluso después de haber avisado las 7 reglas y el escape.
Los hermanitos: Juego infantil en el que los que se la quedan (2 ó más en función del número de participantes) tienen que coger a los demás. Los capturados deben esperar cogidos de la mano hasta que uno de los participantes libres rompe la cadena de los cogidos liberándolos, o termina el juego por no quedar participantes libres. No recuerdo si en este juego se aplicaban las 7 reglas y el escape. Jugando a este juego, Miquel se subió al muro que separa el colegio de la Av. La Salle, y, viéndose acorralado al llegar a la esquina, saltó sobre el techo de los vestuarios del hockey (ver fotos antiguas del colegio, porque nada de esto existe en la actualidad). El techo cedió y Miquel quedó atrapado dentro del vestuario, que estaba cerrado, llorando, con menos dientes de los que tenía cuando empezó el juego. Finalmente, fue rescatado por el Hermano Augusto.
El frontón: Juego de pelota en el que los participantes golpean con la mano, por turno, una pelota de tenis, proyectándola contra un muro. La pelota debe rebotar en el muro por encima de una determinada marca, quedando eliminado el jugador que falla.
¿Se acuerdan de la clase del Hermano Agusto? Coño, daba miedo. Toda llena de peceras, plantas y hasta un avión de cartón colgado del techo, que era una réplica gigante de las que venían en las botellas de un litro de pepsicola, aquellas que una vez montadas, hacías volar propulsándola con un elástico, pedazo aparato...
ResponderEliminarSegún llegabas el primer día te quedabas mosqueado con la presencia de un grifo en medio de la clase y te preguntabas para que sería. Al rato te cogía el Hermano y te daba una micro maceta con una judía plantada y te decía: "Si se muere, suspendes..." Joder, te entraba el miedo en el cuerpo y cada media hora le tocabas la tierra no fuera a ser que se secara.
Recuerdo un día que estabamos en clase de ¿plástica? y nos girábamos todos para ver la tele, si, tenía una tele en clase, y recuerdo como si lo viera ahora mismo que estaban dando un documental titulado "Europa, poderoso continente", cuando de improviso me cae una pedazo de lagartija sobre el pupitre y empieza a correr como derrapando hasta que se tiró al suelo y se perdió en no se donde.
Sería genial que el Hermano Agusto nos recordara lo bien que cantábamos, puesto que recuerdo que una vez nos hizo aprendernos una canción a cada uno de nosotros y luego nos fue grabando uno a uno en un pedazo de magnetofón que parecía un proyector de cine
La clase del Hermano Augusto nunca me dió miedo, al contrario era un placer tenerlo como profesor y tener una clase tan especial, tan diferente, ¡tan VIVA!, porque comparándola con las otras clases la del Hermano Augusto era todo un premio a la originalidad y daba gusto estar en ella. Así mismo sus clases eran muy amenas y muy divertidas y a todos nos grababa y siempre estuvo a la última en lo audiovisual.
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